RAFE II arag. y murc., ‘alero del tejado’, del ár. raff ‘cornisa’.
1.ª doc.: Aut. («voz usada en Aragón»).
Ya Eguílaz (478) indicó un origen árabe y lo ha confirmado más recientemente M. L. Wagner (RFE XXI, 233). Raff figura ya en los diccionarios clásicos del ?auharí (fin S. X), el Fairuzabadí y Golius, con definiciones que Freytag traduce, quizá imperfectamente: «arcuatum opus aut simile quid, super quo domus extremitates ponuntur», «fenestella arcuata in muro»; más claramente explica BoqȚor que es «corniche, ornement en saillie au-dessous d’un plafond», y Beaussier «saillie que le toit du gourbi fait en avant de la muraille»; hubo otras acs., como las de PAlc. «cañizo de cañas, çarzo de vergas, çarzo de cañas», también en Abenalauam (Dozy, Suppl. I, 539a), y hoy en maltés «tavolato che in forma di palco divide parallelamente al tetto l’altezza della stanza». Deriva regularmente de la raíz ár. raff ‘rodear’, ‘ayudar, proteger’, ‘coser una orla a un vestido’. Existió además una forma de terminación femenina, no documentada en dicc. árabes, pero que puede mirarse como el nombre de unidad correspondiente a raff. De ahí ha de venir el cast. rafa «la fuerza de cal y ladrillo o piedra que se pone entre tapia y tapia, para la seguridad de la pared, o para reparar la quiebra o hendedura que padece» («rafas de ladrillos entre las paredes de tapias para assegurarlas», h. 1580, Fr. L. de Granada; Cej., V, § 48), que Covarr. quisiera derivar del griego ǦάưƓ ‘sutura’, sin necesidad; de ahí el murc. rafa «cortadura hecha en el quixero de azequia o brazal, para sacar agua para el riego», ya en las Ordenanzas de Lorca y en las de Murcia (1695); quizá también en el sentido de ‘grieta’, que M. P. quiere derivar de rasa (RADIA), V. éste. A este propósito hay que notar que la vacilante forma cat. ràfec ~ ràfol presupone al parecer un primitivo cat. rafe, con consonante final adventicia; este *rafe no se explicaría en cat. como préstamo del ár. raff, a no ser que admitiéramos que el cat. lo tomó del arag., lo cual es posible; pero también puede tratarse de la pronunciación tardía *ráffe que había de dar el hispanoárabe a este femenino ár. *ráffa2.
Finalmente existió una variante arábiga reduplicada rafraf (y rafrafa) «arcuatum opus...», «pars inferior tentorii et annexa lacinia» (?auharí, Fairuzabadí, Freytag), «feston, guirlande» (Idrisí: Dozy, Suppl. I, 540a), rafrâf «auvent, petit toit en saillie» (Bocthor, Mohit)3: de ahí viene indudablemente el val. riurrau ‘construcción típica de la Marina de Alicante, que sirve de casa de campo y se caracteriza por un porche delantero’4. Nótese que el ár. raff también designó un cobertizo (como el fr. auvent), pues en el Qamûs vale ‘majada de ovejas’ y de ahí procede el sic. raffu ‘pocilga’ (Rohlfs, ZRPh. XLVI, 150)5.
DERIV.
De rafa (V. arriba): enrafar; rafear.
1 Cita en Ag.; Montoliu lo confunde con el mall. rafal ‘casa de campo’, que tiene otro origen, V. REHALA.― ↩
2 Esto parece lo más probable atendido el gran arraigo toponímico de Ràfol, nombre de pueblo o despoblado, de los cuales cuento 7 en el Reino de Valencia (Rafol ya en 1439: Bol. de la Soc. Castellon. de Cult. XVII, 253). Además en el Alto Berguedá conozco un lugar llamado El Ràfol, gran meseta llena de bosque sobre el acantilado de la vertiente NE. del gigantesco Pedraforca. Por mejor decir, esto es lo único sostenible, pues un vocablo como éste, más arraigado en catalán que en aragonés y ajeno al castellano, no puede ser aragonesismo. Por lo tanto esta etimología del vocablo catalán parece segura y es muy convincente dadas las acepciones y documentación romance y arábiga, y es insostenible la opinión de Asín, Contr., que quiere confundir Ráfol y Rafal en un solo étimo. En Cullera hay dos grandes y antiguas partidas muy vecinas la una de la otra que se llaman respectivamente El Ràfol y El Rafàl ambas y documentadas en el S. XIII, aunque aquélla en la forma Rafal Saragocim que se acentuaría en la primera silaba. El pueblo de Ràfels en Teruel presenta el vocalismo primitivo de la sílaba final, que no se altera allí, porque en Ribagorza y en el Matarranya la l no es velar, como en el resto del territorio catalán. Esta -l causa indudablemente grave escrúpulo fonético. Se podría pensar en partir del plural arábigo si éste fuera *ráfaf, pero no conozco otra forma que rifâf (clásica) y sobre todo rufûf documentada muchas veces por Abenalawam y por PAlc. (138b35, 424b29 y otras). Como raff y raɅl (> rafal) tenían acepciones muy coincidentes, es probable que en el árabe vulgar valenciano se produjera un cruce *rafl.― ↩
3 Caso de reduplicación del mismo tipo es el raǤraǤ, de la raíz raǤǤ, que cito s. v. RACHA.― ↩
4 Véase la interesante descripción etnográfica de A. Baeschlin en el semanario valenciano El Camí, 2-IX-1933 (comp. Nicolau de Sueca, que quisiera derivar de riu ‘río’, ibid. 13-IX-1933); M. Gadea, Tèrra del Gè I, 226, 286.― ↩
5 Ag. registra rafal en el sentido de ‘tinglado, cobertizo’ (Barcelona, 1799), pero ahí no sabemos seguro si se treta de raff, de raɅl o quizá del propio rafraf (> *raf(r)au > rafal). De cualquier manera, el paso de la pronunciación árabe vulgar ref-râf a reu-rau (> riu-rrau) no ofrece dificultad fonética, tanto menos cuanto que a voces catalanas como nau, clau, sèu, viu debía de corresponder naf (nav), claf, sef, bif en mozárabe; cf. Castigaleu (B. Ribagorza) < Castell-Galef < ár. դallāf. Por lo demás, tiene mayor extensión local en las comarcas valencianas la pronunciación primitiva riurau con -r- sencilla. ↩